La tercera abuela
Hace 11 años murió mi abuela, mi abuela materna, su muerte me marcó la vida y aprendí mucho, mucho más de lo que yo misma imaginaba en aquel momento, ahora se que el luto dura dos años y también se que eso no siempre es así, el luto por mi abuela Sara me duró muchisimo más, creo que como seis años pero en realidad yo ya creía que nunca lo iba a superar, cuando ella murió yo realmente me sentí huérfana, porque sentía que esa abuela era sólo mía y la otra abuela que me quedaba era compartida y siempre sentí que menos mía que de mis demás primos, ahora se que cada nieto tiene un abuelo y cada uno puede tener hasta cuatro abuelos, que nadie más tiene aunque seamos muchos nietos, en mi caso yo sólo tuve tres abuelos, un abuelo y dos abuelas, por lo general el que puede fallar es el abuelo, las abuelas suelen estar, a mi me faltó el papá de mi mamá, ni siquiera llevo su apellido, pero a decir verdad nunca me falto, nunca he sido de esas personas a las que los lazos de sangre las impulsan o frenan en la vida, yo suelo decir que a mi sólo me cuadran las relaciones que se cultivan a través de la vida, un día me enteré que no tenía abuelo materno y fue como una anécdota más en la vida, nada que me mortificara y asumí la naturaleza de la vida y seguí.
Hace dos días justamente que mi abuela cumplió 11 años de haber dejado esta vida y yo aunque menos, lo sufrí, en silencio como cada año, fui a la iglesia y recé un poco y me di ánimos a mi misma con aquello de que uno es afortunado de extrañar a los que extraña porque tuvo la suerte de conocerlos.
Es la primera vez que no paso ese día con mi familia, ahora tengo una familia ampliada en vista de que me casé y justo ayer me encontré con un regalo de la vida, me encontré con que tengo una tercera abuela, lo supe después de que me dio una breve clase para bordar en una puntada que yo ni sabía que existía, cuando ella insertaba la aguja con dificultad a causa de los “huesos chuecos” como ella les dice y con una vista cansada después de ver durante 86 años esta vida, me di cuenta de que aquello de que la familia es una serie de lazos tejido día a día es cierto, así que hoy tengo más presente que nunca a mi abuela Sara, creo que ella me sigue enseñando cosas a través de Nati y me siento mejor y después de tantos años de vida ya cubrí mi cuota de cuatro abuelos, aunque haya sido un abuelo, dos abuelas y ahora la tercera abuela.