viernes, septiembre 07, 2012

El secreto del éxito

Los secretos del éxito, la felicidad, la eterna juventud, etc, no son secretos, o al menos eso parece ser, en cuanto alguien "encuentra" el "secreto" de algo, corre a escribir un libro (o varios) y a dar conferencias en cuanto sitio lo invitan (y pagan), entonces además del secreto que ya tenía encontrado, acaba de encontrar el de la abundancia económica.
Bueno pues malas noticias, les hemos dado el nombre de secretos, porque para encontrarlos debemos buscar dentro nuestro, no en las salas de conferencia, ni en los libros, si quieres tener dinero, trabaja; si quieres eterna juventud, no te desveles, come sano y haz ejercicio; si quieres ser exitoso has tu trabajo con toda tu buena energía; si quieres ser feliz deja de querer todo lo demás.
Pero de todas formas cualquier cosa que alguien nos diga, no sirve de nada, no nos sirve tener la llave de la puerta que no sabemos donde está, para poder abrir la puerta debemos buscar en nuestro interior, saber si deseamos ser lo que nos ofrece la vida, saber si estamos dispuestos al esfuerzo que conlleva, saber si sentimos que merecemos ser mejores, más prósperos, más felices.
El secreto de los secretos está en nuestro interior, donde a veces no deseamos entrar.

Pastel de Carne de Soya


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Ingredientes

  • 1 zanahoria
  • 1 rama de apio
  • media cebolla
  • medio pimiento morrón
  • 2 tazas de soya texturizada (hidratarla)
  • 2 huevos
  • media taza de leche
  • media taza de agua
  • 1 taza de harina de trigo
  • 1 cucharadita de polvo para hornear
  • aceite de cocina
Preparación
Picar finamente las verduras. En una sartén caliente poner aceite y acitronar la cebolla con una cucharadita de sal, cuando esté transparente agregar el apio y el pimiento y dejarlo hasta que el pimiento esté suave, integrar la zanahoria y finalmente la soya, incorporar bien, dejar al fuego por 5 minutos, apagarlo y dejar enfriar.

Para armar el pastel
colar la harina, ponerle el polvo para hornear, una pizca de sal y una de pimienta e incorporar todo, después agregar media taza de leche, media taza de agua, tres cucharadas de aceite y los dos huevos, cuando esté todo bien integrado agregar la soya preparada con las verduras.

Engrasar un molde con aceite de cocina y verter la mezcla, hornear a 180º por 40 minutos.

Para servirlo, acompañarlo con una ensalada fresca.

jueves, marzo 01, 2012

Sigue Leny


Leny?
Leny sigue, sigue siendo la misma sólo un poco más grande (de edad), sigue atrapando ratones para mantenernos alerta, sigue pidiendo amor a patas llenas, sigue siendo compañera en los frentes fríos, sigue paseando hasta altas horas de la madrugada viendo que el vecindario no pierda su orden natural; está un poco pajosita, como nos ponemos todos con los años, se ha vuelto más mañosa, dicen que eso nos pasa a todos con la edad, sigue exigiendo que se le abra la puerta para salir de paseo y sigue volviendo a casa cuando quiere unas ricas croquetas crujientes. Tal vez lo único nuevo en ella es que ahora es una paciente "aaatooo" amagada por Camila; bueno también se llama "Lely".
Le pediré a Leny que vuelva aqui también conmigo.

miércoles, febrero 29, 2012

De regreso


Ahora, mientras estaba sentada frente a la computadora me preguntaba a mi misma, ¿por qué todo esto que quiero decir no lo escribo? tengo tantas cosas que contar, tantas cosas que he aprendido el último año y medio y que se me van quedando en la mente y se me van borrando poco a poco y no hago nada por atesorarlas.
Al lado de Camila he aprendido que hay que caminar despacio, sonreir a menudo, correr en el mismo sitio, brincar de gusto, carcajearnos con las buenas sorpresas, abrazar por que si sin esperar un mejor motivo, cantar con entusiasmo, conseguir lo que nos proponemos; ella me ha enseñado a correr más pero sin prisa, a subirle al volumen en nuestras canciones favoritas, a bailar aunque sea sentada y todas esas cosas que me insipiran las he ido dejando, por supuesto en parte porque es mejor leerle el mismo cuento cuatro veces seguidad que estar frente a la computadora, pero tengo tanto que contar que creo que he vuelto, con una libreta y una pluma, para apuntar cosas de mi bitacora de viaje.