miércoles, octubre 08, 2008

final feliz


Cuando era adolescente mi mamá me decía que a mi me encantaba empezar cosas y que nunca las terminaba, por mucho tiempo asumí que asi era y que no había nada que hacer para remediarlo, entonces me conformé por mucho tiempo con empezar varías actividades y no terminarlas, como la bufanda de Matías o el chipiturco rosa que se supone estoy haciendo para mi, bueno pues asi era recurrentemente hasta que consideré que era momento de terminar las cosas una vez que las empezaba, tuve que empezar con tareas pequeñas, asi que empecé a hacer cosas de filigrana, tarjetitas y cositas sencillas y luego algunas más elaboradas, algunas cosas de madera pintada y ahora me he dado cuenta que puedo bordar en punto de cruz y hacer trabajos con más colores y más elaborados y cuando me aburro o me canso me doy animos diciendome que no nadamás soy capaz de inventarme proyectos si no que además soy capaz de terminarlos y sentirme orgullosa por ello.

2 comentarios:

Marquitos dijo...

¡Así es Dany! ¡En realidad hay muchas cosas que has terminado y de las que puedes sentirte orgullosa por ellas! Tu educación elemental, la secundaria, la preparatoria, tu carrera y por si fuera poco tu maestría. En realidad es para que cualquiera se sienta orgulloso, como orgullosos de tí estamos tus familiares y amigos (me tomo la libertad de incluirme entre tus orgullosos amigos). Y si todavía no te convencen todas las cosas que has terminado, tan simple como que puedes contar cuantos posts has escrito aquí: ¡todos están terminados! ¿o no? ¡Saluditos!

Anónimo dijo...

Talvez lo único que necesitamos para terminar las cosas, es buscar el sentido de lo que que nos rehusamos a terminar y buscar otras cosas con las que nos sintamos bien. A veces pienso que es una cuestión de honestidad inconsciente con nosotros mismos... aunque también una cuestión de responsabilidad.