Morirse varias veces

Todos deberíamos morir una o dos o tres veces antes de morirnos de a de veras, esto lo recordé porque supe de una persona que se murió y revivió al rato, conozco muchas personas así, yo regresé de la puerta justo antes de morirme, a veces morir y regresar no sirve de nada, como en mi caso, que sigo con mis mismos defectos y mi misma forma de llevar mi vida, quizá para lo único que me sirvió morirme fue para saber dos cosas, la primera que puedes decidir no morirte, estar en la antesala y decir, aún no es mi momento de estrenar el traje de madera; la otra cosas que supe fue que tan fuerte puede ser el amor, decidí no morirme por amor, porque el amor que siento no me permitiría descansar sabiendo que esa persona amada cargaría con ese peso en su alma.

Hay personas para las que morirse significa un cambio radical de vida, en realidad deciden realmente vivir después de la experiencia, menos trabajo, menos estrés y más ratos familiares, más fe en Dios.

Hay una cantante, Lorena Tassinari, que después de morir y regresar, ha hecho la música más hermosa de su vida.

No me morí como dicen que se muere uno, no ví la luz, creo que mi muerte no era muy poética y por eso me regresé, no vi al perro que te pasa al otro lado del río, no vi a mis parientes muertos, caray! Creo que la próxima vez prepararé mejor la escenografía. La persona de la que hablo al principio tampoco vio la luz, creo que somos clientes del mismo teatro.

No digo que intenten a probarlo, pero si lo experimentan, tomen lo mejor de ello.