Quitando el árbol

Este fue el primer fin de año de Matías y mío juntos, pusimos un pequeñisimo árbol de Navidad pero cumplió con su cometido por completo, tuvo al pie regalos de los reyes magos y algunas tarjetas navideñas, el día que lo puse pensé “lo quitaré el 6 de enero”, el 1 de enero que lo vi pensé “lo quitaré el 6 de enero”, el 4 de enero antes de partir la rosca de reyes pensé “lo quitaré el 6 de enero”, el 5 pensé “ya sólo le queda un día” y desde el 6 cada día pienso, al rato lo quito y ya es 21, entonces decidí buscar en Internet si l tradición dice algo sobre dejar el árbol hasta el 2 de febrero, entonces pienso, es más fácil quitarle las 10 esferas, tres campanas, una estrella y 5 bolsitas, que andar buscando hasta cuando se puede quedar, pero en lugar de quitarlo sigo buscando. Para darme ánimos, para no quitarlo, pienso “pobrecillo, guardado en un sitio obscuro y solitario, mejor que esté aquí acompañado”, pero se que sólo lo pienso para darme un tiempo más, como si la tarea fuera a ser tan difícil, bueno en cuanto termine de escribir lo quito, espero no tener nada extra que hacer antes de poderlo quitar y para mis remordimientos para con el arbolito, me digo “sólo serán 11 meses guardado”, bueno a estas alturas casi 10. Sólo una foto antes de quitarlo, sólo para que al menos en el Internet, no quede guardado en un sitio obscuro los próximos 10 meses de su vida, sólo para que quien entre por aquí lo pueda ver y diga “Caray Dany! Lo que es ser holgazana!”.