martes, mayo 22, 2007

Mi abuelo jovial


“Tengo tantos años, que no recuerdo cuantos”, eso decía mi abuelo, creo que en parte para apantallarnos de que alguien pudiera ser tan viejo. La mayoría de las historias que contaba, decía que él las había vivido pero ahora me doy cuenta de que no era cierto, sólo que en aquella época yo era muy niña y no sabía que de los abuelos también se puede dudar, así que me sentaba a su lado y grababa en mi mente aquellas historias de su juventud que me despertaban tanta admiración. En una ocasión me contó que los cerros que quedaban a espaldas de su casa habían sido apenas montículos cuando el era niño y que a fuerza de echarles tierra entre el y sus hermanos consiguieron que llegaran a esa altura. En otra ocasión me contó que por allá de 1845 participó en la construcción de la primera vía de tren en México, después supe que en ese año el aún no nacía pero si fue cuando se construyo el primer tramo de vía ferroviaria. También me contó que el 9 de marzo de 1916 participó bajo las órdenes del general Villa en el ataque a Columbus, Nuevo México, pero hace algunos años me enteré que mi abuelo nació en 1917. Creo que ser un personaje en todas sus historias le daban la seguridad de que yo aprendería historia y así fue, a su lado aprendí muchisimo, y no sólo historia, también me enseño a hacer tejidos con papel como él hacía cuando era joven con palma, aún no se si eso si era cierto. Me enseño que debía ponerme guantes para los trabajos en el jardín porque las manos maltratadas no dan buena imagen a las niñas. Procuró que aprendiera a jugar baraja y me leía las noticias del periódico aún cuando yo ya sabía leer. En conclusión mi abuelo fue una gran persona, que se inventaba a si mismo cada día y yo creo que ese optimismo ante la vida fue lo que lo ayudo a vivir tantos años que no recuerdo cuantos.

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